El cuello y el escote son dos de las zonas más olvidadas en la rutina de cuidado de la piel
¿Forman parte del rostro? ¿Del cuerpo? El cuello y el escote son la bisagra del organismo, pero casi nadie se acuerda de ellos a pesar de ser tan señeros.
Quizá la llegada del sol y el calor nos refresque la memoria. El cuello y el escote existen, reciben el paso del tiempo como las que más y merecen tanto mimo como el rostro.
Poca gente (¡me incluyo!) se acuerda de incluirlos en su rutina habitual. Reconozcamos que los cuellos cisne del invierno no son, precisamente, el estímulo visual que una necesita. En breve empezaremos a despojarnos de los abrigos y quizá así les rindamos pleitesía cosmética. Ojo: no olvides que en cuanto te ‘desnudes’, aunque sea en ciudad, también hay que aplicar protección solar a estas áreas.