Imagínate vivir con un dolor que se manifiesta sin aviso a cualquier hora del día o de la noche, y que puede ser tan agudo que no te deja ni pensar. Millones de personas padecen los efectos del dolor crónico, y los médicos están empezando a recetar compuestos derivados de la marihuana para paliarlo.
Tengo que confesar que me descolocaría completamente que mi médico de cabecera me mandase fumarme un porro o comerme un “brownie mágico” como plan de tratamiento. Sin embargo, empieza a ser habitual en Estados Unidos, o al menos en los 25 estados donde se ha legalizado la marihuana para uso terapéutico en determinadas enfermedades. La revista médica Neurology ha publicado numerosos estudios sobre el uso de los derivados de la marihuana para aliviar los síntomas de no sólo el dolor crónico, sino de enfermedades como la esclerosis múltiple, glaucoma, artritis reumatoide, epilepsia, o incluso el cáncer.
La marihuana tiene hasta 60 compuestos químicos que pueden ayudar a modular el dolor o tratar enfermedades, y no todos provocan colocón. El cannabidiol (CBC), que es un derivado no psicotrópico extraído del cáñamo industrial, parece ser una gran promesa porque permite tratar el dolor sin causar efectos secundarios, por lo que es mas fácil su legalización. De hecho, y desde 1999, en España y en otros 17 países de la Unión Europea es legal el uso de cepas de cannabis con CBC como complemento alimenticio siempre que presente niveles de THC inferiores al 0,2%.