Hace un par de tardes, y en pleno fragor de compras por eBay al más puro estilo Wall Street (¡compra!, ¡vende!, ¡traedme un desfibrilador!), recibo una paloma mensajer, digooo, un Whats App de una buena amiga descubriéndome el último vicio en aplicaciones: Wallapop.
El nombre no sugiere en absoluto las prestaciones, pensaba que sería un escaparate de iconografía popular para fondos de pantalla, o algo así. Pero nada más lejos, se trata de un mercadillo online que te trae a tu Smartphone productos variopintos para vender, comprar o incluso trocar. ¿Acaso no estamos viviendo tiempos molones?