El código de barras no combina bien con el tono de tu barra de labios.
Cuidamos nuestro rostro, nuestro cuerpo, nos hacemos la manicura, la pedicura, nos depilamos las cejas y nos pasamos media hora en el cuarto de baño con todos nuestros potingues, pero de los labios… pasamos y muchas veces sólo los pintamos.
¿Por qué no introducimos en nuestra rutina diaria un tratamiento para los labios? Nunca van a estar así de tersos y jugosos como los tienes ahora y aún estás a tiempo: no dejes que las arrugas te amarguen esa sonrisa.