Desde hace unas temporadas las cejas han comenzado a tener un protagonismo que antes no tenían -la excepción siempre fue Audrey Hepburn y sus gruesas cejas-. Una temporada las cejas marcadas, gruesas, bien pobladas e incluso despeinadas siguen siendo tendencia.
Pero no todas pueden seguir las tendencias porque la realidad es que la mayoría de las mujeres tienen las cejas finas, cortas, despobladas… Todo esto fruto, fundamentalmente, de haberse pasado más de la cuenta y durante mucho tiempo con las pinzas, la depilación repetida provoca que se debilite el folículo del pelo y éste muera. Otras veces es cuestión de genética o de la edad, la micoprigmentación tampoco ayuda. Porque no hace tanto, la tendencia era dejarse un hilo de pelo en las cejas o incluso sustituirlo por micropigmentación.
El resultado es que cada mañana, toca coger el lápiz de cejas para darles el grosor y la forma adecuada, aunque el acabado, claro está, no será nunca 100% natural.
Por eso el microinjerto o trasplante de cejas se está convirtiendo en una técnica cada vez más demandada. Seguir leyendo…