
Foto Rodney smith
Han llegado los meses grandes para los amantes de la nieve, esquiadores y snowboarders salen de su reclusión y comienzan a ver cada noche el tiempo con la ilusión de que aparezca ese ‘simbolito’ que significa que las estaciones lucirán blancas y radiantes. Fanático de los deportes invernales, ¿has preparado ya la equipación?, ¡pues no olvides la protección solar!
Quien tenga un esquiador@ cerca, que se vaya despidiendo de él o ella, porque l@ va a ver poco los fines de semana que tenemos por delante -y lo dice una con un máster en el asunto-. Cuando el calor vuelva a asomar, reaparecerá agotad@, como si le hubieran dado una paliza, con los labios agrietados y una marca de moreno bastante peculiar a lo mapache.
Amantes de la nieve, no os descubro nada nuevo si os digo que el sol quema y sus consecuencias a la larga, pueden ser muy negativas. Cuanta más altura, el sol se vuelve más agresivo, para que os hagáis una idea por cada mil metros que ganas en altitud, la radiación aumenta de un 5 a un 10%. A esto hay que sumar, además, el reflejo de la nieve, el efecto espejo que amplifica las radiaciones. Por eso hay que redoblar la protección y en mi opinión no bajar nunca del SPF 50. Seguir leyendo…