Ahora que todo el mundo quiere ser multitasking (multitarea), ¿por qué no detenernos a practicar multimasking, varias mascarillas de belleza seguidas?
Sí, claro, siguiendo un orden lógico. Esta técnica de belleza que consiste, ni más ni menos, en aplicar una mascarilla tras otra, no entraña un deporte de riesgo, ni una diversificación alocada, ni siquiera un gran desembolso económico. Todo depende del emplasto escogido y de las sinergias entre cada material.
Un orden adecuado para una piel normal, por ejemplo, podría ser aplicar una exfoliante seguida de una limpiadora y después una hidratante. O, si tienes la piel saturada, una détox y una oxigenante. En casa puedes preparar ungüentos relativamente funcionales. Y si lo tuyo es la fórmula de laboratorio, he aquí unas cuantas mascarillas fetén para todos los bolsillos.