Metidos ya en modo vacaciones, nuestra cara, nuestro cuerpo y hasta el cabello reclaman hidratación y calma tras los rayos UVA. Tanto tomar el sol requiere reparar la piel con un after sun o una hidratante porque la notamos seca y deshidratada.
Abusar de la radiación solar tiene sus consecuencias. Estas dependerán de cuánto tiempo hayas tomado el sol, la hora a la que te has expuesto y si has usado el factor de protección adecuado. “Después de tomar el sol tenemos que reparar la piel, ya que los efectos de su radiación son perjudiciales tanto a corto como a largo plazo. El eritema o quemadura solar es la consecuencia inmediata”, explica Rocío Franco, farmacéutica especializada en dermocosmética.
La exposición al sol puede ser muy agresiva para la piel, incluso si lo haces de forma progresiva; por lo tanto, debes realizar siempre un cuidado post-sol. Los efectos de tomar el sol sin la debida protección son el envejecimiento cutáneo, arrugas, descolgamiento facial, manchas, tono apagado. Por ello, es necesario no solo protegerse de los rayos del sol sino reparar esa piel con productos que tengan una alta capacidad hidratante y propiedades reparadoras. Se recomienda utilizar productos específicos para después del sol, que sean calmantes y que estén especialmente formulados para dar a tu piel el cuidado necesario tras los baños de sol.