Cada día que pasa envejecemos un poquitín más, y así es como debe ser. Otra cosa sería muy mala señal.
Eso sí, nuestro cuerpo tiene sus propios ritmos. A veces parece que hayamos puesto el “rest-pause” y otras el “fast-forward”; y seguro que todas conocéis gente cuya edad biológica no se corresponde en absoluto con la cronológica. Éstas que tanto disfrutan mostrando el DNI cuando se les da muestras de incredulidad, sí.
Aspirar a envejecer manteniendo tipito, tersura y lozanía y emplear la tecnología estética que tenemos a mano no tiene nada de malo. Obsesionarse con el tema, invertir un dinero exagerado y comprometer la propia salud, sí.
Los avances que se están realizando en este terreno son, a mi juicio, fascinantes. Un poco Sci-Fi y desde luego muy potentes en comparación con lo que había hace apenas 50 años. Se nota dónde hay I+D.
Lo último nos lo trae la doctora Purificación Espallargas, y se trata de la Bioestimulación con FCE (Factores de Crecimiento Epidérmico), una técnica pionera en medicina regenerativa y estética con un aspecto muy interesante, tanto en el campo del rejuvenecimiento como en el de la regeneración de tejidos.