Con la llegada de esos días de verano en los que Lorenzo aprieta de lo lindo aparece en nuestras playas el temido efecto fresa y nata, conocido vulgarmente como las quemaduras solares. Aparte de poco estéticas, son tremendamente dolorosas y pueden provocar daños irreversibles en nuestra piel, por lo que es muy importante aplicar el protector solar correctamente.
Sin embargo, no conozco a nadie que nunca se haya despistado con el sol. Al fin y al cabo, todos somos humanos, vamos con prisas, y a veces simplemente no llegamos a todas las zonas expuestas. Por suerte existen remedios tradicionales caseros para tratar las quemaduras con rapidez y ayudar a regenerar la piel con ingredientes naturales. Hoy os abrimos las puertas de nuestra particular rebotica de la abuela para tratar las quemaduras solares.