
Los smoothies de frutas y verduras conservan todas las vitaminas y micronutrientes. Se hacen al momento. Son detox y tienen de tó un poco, sobre todo antioxidantes, pero eliminan la fibra. Obviamente, no sustituyen una comida completa –ni un grupo de alimentos-, pero sí suponen una manera cómoda y creativa de hacerse un estupendo elixir de belleza entre horas; con efectos positivos sobre tu estado de ánimo, tu piel, tu peso, tu digestión…
Además, apetecen… Se nota, se siente. La primavera se hace cada vez más presente. Ya sólo me queda hacer mejores ripios para honrarla… adecuadamente. Y bueno, que hoy hace un sol de justicia en la meseta y da gloria verlo, qué demonios.
Pronto nos zambulliremos gozosas en el zafarrancho del cambio de ropa, algo como la muda de pelo de los animalicos, y en el progresivo aligeramiento de nuestras manducas. No hay lírica capaz de describir el placer natural que da el buen tiempo. Así que mejor lo celebramos como casi todo: empinando el codo. Pero con un trago muy nutritivo, por favor. Uno diurno, hortelano y con efecto inyección de vitaminas: ¡un smoothie! Y verde que te quiero verde, para aprovechar la clorofila y todas las propiedades que almacena.
Lo mejor de la huerta filtrado y en vaso, a tope de micronutrientes antioxidantes y desintoxicantes de espinacas, berros, brócoli, algas, brotes… Ya veo a las carnívoras relamiéndose. Pero que no te desasosiegue su colorido ni su composición… Hasta las haters más acérrimas del vegetal pueden convertirse en Bugs Bunny por un día, y terminar cambiando el vino de mesa por este embriagador oro verde. ¡Hip! ¿Nos vamos de copas?
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