Bajo este anglicismo se esconde un sencillísimo sistema para evitar el sedentarismo nuestro de cada día.
Hacerse unos sitting breaks no tiene que ver con hacerse un breaking bad, afortunadamente. Se trata de algo mucho más fácil y literal: introducir un ejercicio intenso durante un minuto cada media hora sentados. Sin despeinarse y sin sudar.
Esta estrategia, que debe provenir de Palo Alto como poco, consigue evitar el sedentarismo radical que nos acecha a todos y cada uno de nosotros, por mucho que vayamos al gym, andemos en lugar de usar coche o subamos las escaleras ‘a pata’.
¿Por qué 30 minutos? Porque hay estudios concluyentes que demuestran que, a partir de ese límite, el cuerpo entra en modo reposo y se empieza a acumular esa bonita y acolchada grasa subcutánea que tanto apego nos coge.