Un San Valentín relajado de spa en spa, faltaría plus.
¿Celebrar tú San Valentín, si es ‘un invento del Cortingléh’ y tú una chica lista y con criterio? Abandona ese mohín de disgusto porque no te favorece nada. Hay que celebrarlo todo, mujer, que la vida son dos días, el cartero siempre llama dos veces y no hay que dejar escapar ningún tren. Qué sería de esta existencia cruel y tirando a abyecta sin entregarse un poquitín a tópicos, costumbrismo y dinámicas de grupo. Oye, a la religión y la política les ha funcionado estupendamente. Hale, ya puedes ir desojando la margarita porque te traemos unos planes pasados por agua que no se salta el mismísimo San Valentín, patrón del gasto evitable amor para siempre…