El té de lechuga siempre será más sano que cualquier medicamento terminado en -zepam. Celebramos el Día Internacional del Sueño con una infusión de hojas de lechuga, inductoras del sueño.
Abraza el té de lechuga como lo haría un mamífero lagomorfo (aka conejo común): podría ser la solución a tu insomnio.
Y si no lo soluciona del todo, al menos no te habrás dejado la salud por el camino. Ni apenas dos malos euros. El té de lechuga lo tiene todo, oye. Ayuda a dormir a las gentes ensordecidas por las diversas trompetas del Apocalipsis y de paso estimula el vaciado intestinal (la cosa de ‘ir al baño’).
Por tener, hasta tiene un sabor aceptable. Y una receta que rivaliza en sencillez con la del huevo frito. Fácil, fácil y rica, rica.