Las estrías se borran con un tatuaje del mismo tono que la piel mediante la técnica estética del cloaking, casi como una micropigmentación.
Un camuflaje (cloaking) que va más allá de un maquillaje de quita y pon, y del tatuaje. Esta técnica estética vive un boom en Instagram abanderado por Valenmune, desde Miami a Dallas, Los Ángeles y Nueva York. Los fotos de los resultados de antes y después convencen a primera vista. Pero no hace falta cruzar el charco para disfrutar de este tratamiento que se realiza también en España desde hace tiempo.
Comprendo que hay estrías que pueden localizarse en zonas muy a la vista, incluso hay quién ha recurrido a tatuarse plumas y flores de colores para no tener que verlas.
El cloaking apuesta por una opción estética bastante más neutra con efecto de borrado natural de estrías y también de cicatrices y quemaduras.
¿Magia potagia?