Una de cada cuatro personas adictas son hiperactivas sin diagnosticar. El Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se encuentra oculto tras muchos adultos que acuden al médico para desintoxicarse de alguna adicción.
Siempre pensamos en niños hiperactivos pero éstos se hacen mayores y si no se diagnostican y tratan correctamente, se convierten en adultos que utilizan las drogas como forma de “automedicación” ante el malestar y las complicaciones provocadas por lo síntomas.
En el caso de los menores, aunque el TDAH es muy difícil de diagnosticar, suele asociarse con problemas escolares, niños traviesos o que no son capaces de centrarse en nada. Pero en los adultos es todavía más complicado dar con el problema porque se camufla con otros como la ansiedad o la depresión. Muchos adultos descubren su trastorno al conocer el diagnóstico de sus hijos.