Semisuelto, semirecogido. Informal con derecho a alfombra roja. Son los códigos de confección del ‘half-up bun’, la tendencia capilar que arranca suspiros desde el verano y se mantiene en cabeza esta temporada.
“Pues parece el cutremoñete que me hago yo para pasear al chucho”, comentan las redes sociales con sinceridad propia del niño del Traje nuevo del Emperador. Sí, amigas mías, hermanas todas. Personas sensatas. La cosa, muy elaborada no es por mucho que nos empeñemos en defenderla como exquisita. Puede que precisamente ahí radique su éxito. En la simplicidad de su elaboración –tan relajada, sin aparato alguno- y en la posibilidad de jugar con la dimensión que aporta el moño sin perder el pelo como marco del rostro –no a todo el mundo le sienta bien un recogido alto–. Pero dejemos las filosofías aparte y vayamos a lo que a la postre nos interesa… ¡cómo se hace el half-up bun de marras!