Los hombres no van al pediatra con sus hijos, pero sí “ayudan” algo en casa…
La doctora Niño, pediatra tenía que ser con ese apellido, no da abasto con tanta otitis, virus gastrointestinales, bronquiolitis… Pegadas a su consulta hay otras tres para niños y, como estos días tan soleados se vuelven helados de noche, la sala está atiborrada de bebes con mocos, tos, niños con los ojos medio cerrados de la fiebre, mofletes de color frambuesa…
Voy contando y me salen unos veinte niños y unas 16 madres o abuelas frente a cuatro padres. Me comentan las chicas de recepción que la mayoría de ellas trabajan ocho horas al día, igual que los padres, pero que no aumenta con los años el público masculino. La desigualdad persiste a pesar de que al rato de espera con el niño llorando, dormido, rebozándose en el suelo, hay que añadir el de la consulta. Después, hay que ir a buscar el Pectox o el Clamoxyl a la farmacia.
¡¡ Total, no menos de dos horas muchas veces, que casi siempre nos tocan a las mamás…
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